Marta es una acupuntora que comenzó su formación en 19— dejando atrás la profesión en la que trabajó, hasta el final apasionadamente, por esta fuerte vocación que se despertó en ella.

Buscó los mejores formadores y puso toda su energía e intención para comprender y aprender  la Medicina China, especializándose en Acupuntura.

Tomar la decisión de este cambio de rumbo en el mundo laboral no fue fácil para ella, ya que en su entorno más cercano, nadie creía en este mundo tan desconocido. Sólo una mujer con la fuerza y claridad de Marta es capaz de seguir su propio camino, sin necesidad de la aprobación o apoyo de los demás.

Como persona que ha estudiado Acupuntura puedo decir que para ejercer como acupuntora, no sólo hace falta comprender la circulación energética, aprenderse los canales energéticos, los “3,000” puntos disponibles en nuestro cuerpo y comprender las distintas combinaciones de ellos, hace falta mucho más que eso, que por supuesto es esencial.

La Acupuntura es un arte. Puede ejercerse como lo hace un médico occidental, quien ante unos síntomas aplica un remedio que “parchea” la enfermedad. O bien, puede ejercerse yendo al origen que causó la enfermedad, para sanar de dentro a afuera. Si se elige esta segunda opción, la Acupuntura, no sólo curará aquello por lo que acudiste a ella, sino que cambiará ciertos aspectos de tu vida, si lo permites.

Hay muchos “acupuntores” capaces de ejercer la Acupuntura del primer modo, sin embargo, escasean los que la aplican del segundo modo descrito. Para aplicar este último modo, hace falta, por parte del paciente, una apertura inicial y confianza en el acupuntor. Por su parte, el acupuntor debe ser capaz de ver más allá de las palabras. A través de la absoluta presencia y escucha, y por supuesto, con unos conocimientos teóricos fuertes, llegará a un correcto diagnóstico, ÚNICO para cada paciente.

Al comenzar a ejercer como acupuntora, enseguida se dio cuenta de la necesidad de continuar su formación para poder ofrecer esta calidad. Para ello, durante todos estos años hasta la actualidad, Marta ha seguido asistiendo a cursos con el Dr. Tram, prestigioso acupuntor reconocido mundialmente, que ofrece una comprensión profunda de la Acupuntura.

Además, para practicar y aumentar la presencia y claridad, cualidades innatas en Marta, comenzó a practicar Qi Gong, técnica que lleva practicando desde hace 16 años con el Dr. Salazar.

El Qi Gong es una técnica terapéutica que forma parte del conjunto de la medicina china, al igual que la Acupuntura. En él se realiza un trabajo profundo e interno, encaminado a recuperar nuestra verdadera fuerza interna y claridad, a través de la presencia. Con la práctica uno aprende a disfrutar de la vida con una excelente salud física, emocional y espiritual.

Marta ejerce la Acupuntura ofreciendo todo lo aprendido y comprendido en  toda su trayectoria, con humildad, generosidad y respeto. Es una persona con unas cualidades  y calidad excelente que siempre da lo mejor de sí misma a aquel que recurre a ella.

Aún moviéndome entre acupuntores, sólo conozco a tres personas que ofrecen esta calidad. Yo misma no ejerzo porque sé que, a día de hoy, ofrecería una calidad mucho menor que ellos, y mi honestidad y rigurosidad no me lo permiten.

Por ello, si has tenido la gran suerte de cruzártela en esta vida, estoy convencida que todo lo que he escrito sobre ella sabrás que es así. Incluso ofrece mucho más que no puede ser descrito con palabras.